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viernes, 12 de agosto de 2016

ENCUENTRO FRATERNAL

Eso es lo esperable cuando se trata de hermanos; que se produzca encuentro y sirva no para el enfrentamiento sino para reconocimiento del otro como alguien digno de respeto y de igual dignidad. La competición deportiva, cuando se vive con pasión, genera deseos de victoria que si no se alcanza no se puede resolver con marrullerías o con el consabido no saber perder. Aceptar y felicitar al vencedor  es un buen signo que apacigua el sabor amargo de la derrota. También el valorar el esfuerzo del perdedor y no mostrarse soberbio ayuda a que todo se viva con verdadera deportividad.