Os daré un corazón nuevo. Infundiré en vosotros un espíritu nuevo. Arrancaré el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Porque nos apremia el amor de Cristo y más en los tiempos que corren, necesitados de misericordia, de un orden nuevo, de la alegría del evangelio, de salir de los esquemas rutinarios y aventurarnos en un camino del corazón abierto a todos. Todo un desafío ante el cual no queremos permanecer indiferentes y de ahí que queramos seguir esta propuesta de misión que late viva en la Red Mundial de Oración del Papa Francisco.
¿Te animas?
¿Te animas?