Tarea ingente, la de la atención a los que padecen necesidad somática o espiritual. Es el cuidado de las personas sufrientes una labor impagable. Se regatea el dinero de la dependencia. Nunca será suficiente.
Los familiares de los enfermos son los verdaderos héroes de la humanidad por los cuidados prestados.
El evangelio es una constante provocación para este cuidado del necesitado. Con ello uno queda implicado por entero y de verdad.
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