El título de esta entrada supone que la fraternidad está vigente y no es una quimera. Pero es tal el emborronamiento en el que vivimos que todo lo positivo queda reducido a la nada. Se agiganta tanto el mal que nuestros ojos se oscurecen. ¿Qué podemos aportar cada uno de nosotros a un mundo más fraterno? Hagamos algo cada uno donde estemos para que no sigamos extendiendo esa idea que todo va mal, que esto no tiene solución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario