Alabado seas Padre por este nuevo día de luz y fiesta, consagrado por la resurrección de tu Hijo Jesucristo. Te bendigo por tu bondad, por el regalo de la vida y del bautismo. Aquí me tienes. Háblame. Lléname de tu paz y amor para que los que me vean te alaben a Ti, el único bueno.
Me uno a la red mundial de oración del Papa Francisco y te suplico, Dios creador, para que todos los jóvenes tengan oportunidades de formación y de trabajo y para que los catequistas testimonien la fe que anuncian.
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