Padre bueno, se que estás conmigo.
Aquí estoy en este nuevo día.
Pon una vez más mi corazón
junto al Corazón de tu Hijo Jesús,
que se entrega por mí
y que viene a mí en la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo y su apóstol,
disponible a su misión.
Pongo en tus manos
mis alegrías y esperanzas,
mis trabajos y sufrimientos,
todo lo que soy y tengo,
en comunión con mis hermanos y hermanas
de esta red mundial de oración.
Con María, te ofrezco mi jornada
por la misión de la Iglesia
y por las intenciones de oración del Papa
para este mes.
Universal: Oportunidades para los jóvenes.
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